Pulsiones Anales

El día sábado es el día que mas disfruto, lo hago en soledad pero con mucha alegría. Es un día para mi, es mi día y es cuando puedo dar lugar a mi otro yo.
Quedo solo en casa, mi hija de llegar no lo hará hasta después de las 7 de la tarde ya que vive fuera y mi esposa trabaja los sábados por la mañana y pasado el mediodía.
Aprovecho para levantarme temprano, cuando mi esposa deja la casa  voy al baño, me doy una ducha caliente y me relajo bajo la lluvia ardiente,en ocasiones lleno la tina para quedarme un buen rato sumergido en el agua calentita.
Como es lógico aprovecho para comenzar con mis masajes anales bajo el agua. Siempre que estoy solo y voy a darme un baño lo hago llevando mi butt plug.
Suelo utilizar vaselina o algún acondicionador de cabello, uno suave, sin mayores componentes químicos; solo un poco para untar el orificio anal y el juguete.
El lavado, o el descanso, con agua caliente es fundamental para dilatar mejor y lo patinoso de la vaselina o del acondicionador me ayudan en la penetración y reducir la fricción del juguete con mi piel.
Compre el butt plug junto a un vibrador, básicamente el vibrador seria para mi esposa y el butt plug para mi pero soy yo quien los utiliza a ambos, ella apenas alguna vez me pide que la masturbe con el vibro mientras devora mi pene en esos "69" gloriosos que solemos hacer mientras vemos alguna película los domingos por la noche en nuestro lecho caliente y suave.
Ella es mi fiel confidente, sabe que soy anal y me ayuda a disfrutar de tan hermoso placer pero en ocasiones necesito algo mas, una experiencia un poco mas fuerte, tengo que saciar mis hambres anales; esto en algún punto me avergüenza.
Mi deseo anal es tal que no puedo esperar alguna situación ocasional dentro del juego sexual amoroso, necesito satisfacer aquello que tanto postergue.
Por ahora solo puedo hacerlo con estos dos juguetes, lo próximo sera un arnés para mi esposa, luego algún amigo...para mi y para ella también, donde comen dos come tres y nuestra cama es amplia.
Luego del baño o el lavado caliente y profundo suelo aumentar el calor mirando algún videito en la red o fantaseando posibles encuentros furtivos.
Me siento frente al computador, con mi butt plug en su lugar predilecto, acariciando el miembro aun durmiente, tomando mates, leyendo noticias en la web hasta que llega el momento de la faena.
Las fantasías que rondan mi cabeza o el estimulo visual me acompañan en ese momento, son la voz de un ángel que al oído me instan al goce.
Me arrodillo en el suelo sosteniéndome con una de mis manos en la silla preferida que sirve de soporte a mi torso cuando me inclino completamente sobre ella, dejándome caer dispuesto y totalmente expuesto al placer.
Como un delincuente siendo esposado llevo mis brazos hacia atrás pero no hay cadenas que me aprisionen, soy libre y quito el butt plug suavemente en un movimiento de tres tiempos, retiro un poco y vuelvo a meterlo, lo retiro y lo entro, finalmente sale.
Mojo mi mano en vaselina o aceite de bebe, la paso por el túnel de tren que acabo de destapar; en ocasiones tengo cerca un espejo para poder verme, me apasiona llegar a ver la abertura anal, la dilatación en todo su esplendor.
El vibro tiene las pilas puestas y es el epicentro del movimiento sísmico que enloquece mis esfinteres anales. 
Suavemente va abriéndose paso, recibido por mis nalgas sonrientes y boquiabierta; su tope son unos 15 centímetros que se ensanchan diametralmente a unos 6 centímetros.
Comienza la danza perforadora, el vaivén, adelante y atrás, el giro en círculos, suavidad por momentos y furia en otros, termino desesperándome, azotándome como debe castigar a un esclavo díscolo. Soy un subyugado del placer, una victima intencional de la lujuria pecaminosa.
Siento el glande de silicona haciendo tope en el fango ardiente, profundo y húmedo de mi interior.
Los pozos de fango suelen ser sucios y un ano, por hermoso que sea, no es una excepción a la regla. Ocasionalmente siento necesidad de ir al baño por lo que luego de evacuar me higienizo con aguita caliente utilizando mis dedos. Puede parecer bizarro y desagradable pero no necesariamente es así, el higiene anal puede ser placentero, doy fe plena de ello.
Ademas de placentera la higiene anal es necesaria antes de la penetración "a pelo".
En cuatro patas vuelvo a ser un perro a medio trepar de su silla predilecta, la cena aun no termina y me esta faltando el postre.
Entro y salgo con mi vibrador una y otra vez de forma incansable, recuesto mi torso en la silla y mientras una mano presiona el juguete hacia adentro y lo muevo suavemente como puedo, la otra mano manosea mi pene semiflacido y húmedo, goteante.
Respiro suavemente, tomo aire profundamente y exhalo con un suspiro de placer mientras no dejo de penetrarme.
Entro y salgo dejando la punta dentro, nunca lo retiro completamente, entro y salgo, lo retiro, lo meto nuevamente, entro y salgo acelerando lentamente y finalmente embisto dos, tres, 5 veces con fuerza; siento un leve ardor.
Lo dejo dentro unos segundos, lo retiro, miro el vibrador, lo huelo, lo chuparía.
Siento una liberación increíble de energía, estoy casi deshecho. casi satisfecho.
Descanso brevemente mojando mis dedos en el jugo de mi pene y acariciado mi glande. Lo mantengo flacido y no quiero eyacular, me voy a bañar nuevamente y esperare a mi esposa para que sea ella quien me lleve finalmente al éxtasis.

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