Te Deseo

Mi cielo, te deseo muchísimo.
Anoche cuando me fui a dormir me recosté en la cama deshecha.
Había quitado la ropa de cama porque debía lavarla, solo había unas cobijas. Me tape muy por arriba con ellas dejando medio pecho descubierto.
Casi desnudo y apenas tapado me sentía muy cómodo. Por alguna razón el clima es primaveral este año pese a que estamos en invierno.
Pensaba en vos, deseaba tenerte conmigo en mi cama, abrazada a mi con tu cabeza apoyada en mi pecho.
Me gusta esa imagen, siempre soñé eso. Es uno de mis deseos, poder estar con una mujer así, por mucho tiempo.
También fantaseo con hacer el amor, mi pensamiento sexual contigo es, no solo recurrente, sino también inevitable y muy pero muy fuerte. Te deseo enormemente, sos muy apetecible para mi y me gustas mucho. Me calentas muchísimo.
No dejo de fantasear con gozar de los placeres de tu cuerpo.
A veces con solo pensar en tu rostro me erecto y siento una sensación arrolladora y desenfrenada, necesito masturbarme o al menos comenzar a tocarme. Me he masturbado hasta tres veces, una detrás de otra sin lograr calmar esa picazón rica de mi pene.
Mi corazón se apachurra todo cuando pienso en vos, mi respiración cambia, se agita y por momentos es como que me falta el aire.
En ocasiones no puedo masturbarme y solo puedo tocarme apenitas.
Mi pene queda humedecido y me gusta tocar la humedad de la cabecita con mi dedo y luego saborearlo.
Me gusta sentir el olorcito de mi pene caliente y húmedo, me pone aun mas cachondo.
A veces mi cuerpo se estremece y es como que siento tu calor, como si estuvieses aqui conmigo abrazándome, acariciando mi pecho, respirando calentito a mi lado.
Esta mañana amanecí con una erección.
A veces me sucede, generalmente cuando deseo orinar, esta vez no fue por eso.
Me sentía muy cómodo en mi cama, y me quede muy placido pensando en vos, con mi hermosa erección.
Me gusta masturbarme pensando en vos, me provocas mucho y eso es muy placentero para mi.
Me gusta saber que tu te mojas pensando en mi y que te masturbas. Me encantaría poder probar tus juguitos, esa imagen es recurrente en mis fantasías contigo. Poder lamerte, meter mi lengua en tu vagina, tener su sabor en mi boca y besarte.
Fantaseo con tus pechos, con tus pezones, con acariciar tu espalda y piernas.
Tu rostro es un gran estimulo, tu boca es un manjar que muero por probar, y tus labios...
Deseo tus labios, son carnosos y fantaseo viendo mi pene sobre ellos. Pasar la cabecita de mi pija en tus labios húmedos, sentir el calorcito de tu boca, introducirlo en ella y gozar de tu lengua. Me calienta mucho pensarte chapándomela. Me has dicho que eso te gusta y que fantaseas con hacerlo. Cuando me masturbo pienso en eso, te he visto lamiéndome, estando debajo mío chupando y recorriendo con tu cara y tu boca por mis testículos y mi perineo hasta llegar a mi ano donde juegas con tu boca y tu lengua.
Sentí tus dedos también jugando por allí.
Me calentó mucho la imagen de mi pene sobre tus labios cuando lo masturbo y estoy a punto de acabar. Te vi pidiéndome que no me retire. Vi tu boca con mis jugos, te vi lamiéndome luego de eso y vi que me pedías que te bese. Pude sentir el sabor de mi semen en tu boca mientras nos besamos por un largo rato.
Tu cola es un tema especial también, me gustan mucho las colas y la tuya es hermosa.
Apoyabas tu cola sobre mi pene y te movías despacito masturbándome con tus nalgas. Yo estaba erecto e intentaba penetrar tu conchita por detrás. Estabas inclinada frente a mi con la espalda encorvada, yo te tomaba del cabello con una de mis manos y con la otra acariciaba de arriba hacia abajo desde tu cuello hasta tus nalgas. Me gusta manosearlas, meter mis dedos entre ellas y jugar en tu orificio.
Me acercaba a vos, te traía hacia mi jalando de tus pelos y te tomaba de la barbilla dando vueltas tu cara para besarte estirando la lengua hasta llegar a la tuya, y a tu boca.
Vos moves tus caderas muy despacito y yo doy pequeñas y muy suaves embestidas.
Chupo mi dedo y lo meto dentro de tu ano, lo hago despacito y girándolo. Al rato intento meter otro mas, ya he jugado con mi pene frotándolo por el agujerito y por tu vagina.
La idea de chuparte la cola me gusta mucho, quiero lamer tu ano.
Beso negro, siempre fantaseé con ello.
Pongo mi cara frente a tu cola, respiro hondo, me acerco y muy suavemente comienzo a frotar mi rostro por tus nalgas, las beso, las lamo. Mi cara esta en la raya, presiono mi rostro allí, mi nariz esta entre tus glúteos, lo estoy disfrutando mucho.
Con una de mis manos, con la derecha, manoseo mi pene.
Esta húmedo y calentito. Vos masajeas tu clítoris, respiras hondo, te siento gemír.
Me pedís que te chupe y comienzo a hacerlo.
Saco mi lengua y la estiro entre las nalgas y las comienzo a separar con mis manos mientras las presiono suavemente. Me gusta mucho apretarlas, son carnosas, la piel suave, deliciosas.
Respiro agitado mientras paso mi lengua por el ano. Lo hago en círculos y de arriba hacia abajo, doy grandes lamidas y luego intento penetrarte con la lengua, se que no podré hacerlo.
Meto mi dedo, la falange y acompaño con la lengua. Dejo mi dedo allí y bajo la cabeza buscando lamer el orificio de tu vagina. Es tan, tan rica y calentita.
Vuelo a tu ano, continuo lamiéndolo y metiendo mi dedo. Ya no solo la primer falange sino un poco mas.
A fuerza de lamidas y deditos comienza a abrirse, se dilata y se ve apetitoso. Deseo entrar en el con mi pene.
Me pides chuparlo un poco antes, te giras y lo metes en tu boca masturbándolo.
Puedo sentir el tope de tu garganta, haces como que tragas y se siente hermoso.
Tomas un preservativo y me lo pones, masajeas mis testículos y me besas en la boca.
Nuevamente me das tu espalda, agachadita y acariciando tu culito.
Masajeo tu dorso y voy directo con mi pene hacia tu agujero.
Comienzo a estimularte con mis dedos y dejo caer saliva en tu agujero. Luego de esto decido entrar.
Apenas hubo que hacer un poquito de fuerza, tu ano estaba bien predispuesto, dilataste hermosamente y me ayudaste con los movimientos de tus caderas.
Estoy bien cerquita tuyo, con mis piernas abiertas una a cada lado de tu cuerpo. Comienzo a inclinarme un poco hacia vos. La pose es como si estuviese por subirme a tus espaldas por detrás, me recuerda al famoso juego cachurra monto la burra. Como dos perritos copulando. Me muevo desenfrenado por momentos y suave en otros. Siento tus gemidos, tus ruegos, tus afirmaciones, si, si, si, si, ay, ay, si, aah, si.
Muchas veces me masturbe con estas imágenes, estoy erecto ahora y debo dejar de manosear mi pene, me masturbare mas tarde.
Mi hermano avisa desde la cocina que ya esta listo el té.
Con un hilo de voz rasposa le pedí dos de azúcar.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

excelente, pude vivirlo, casi sentirlo y hasta desearlo... voi terminar de masturbarme!

reivaj dijo...

Metale mano, nomas!!!

Publicar un comentario